Posteado por: emprendedoresadventistas | 3 agosto 2010

EL TRABAJO DIGNIFICA

 

Jovenes emprendedores

EL TRABAJO FÍSICO PARA LOS ALUMNOS

Con el plan actual de la educación, se abre una puerta de tentación para los jóvenes. Aunque generalmente tienen demasiadas horas de estudio, tienen aún muchas horas sin nada que hacer. Pasan frecuentemente estas horas libres en forma descuidada… Muchísimos jóvenes instruidos religiosamente en casa, que van a las escuelas comparativamente inocentes y virtuosos, llegan a corromperse por el trato con compañeros viciosos. Pierden el respeto propio y sacrifican los principios nobles. Entonces están preparados para seguir la senda hacia abajo; abusaron de tal manera de la conciencia que el pecado ya no les parece tan excesivamente pecaminoso. Estos males… podrían remediarse en extenso grado, si se pudieran combinar el estudio y el trabajo… Algunos alumnos dedican todo su ser a los estudios, y concentran su mente con el objeto de educarse. Hacen trabajar el cerebro, pero dejan inactivas las facultades físicas. El cerebro se recarga, y los músculos se debilitan porque no se los ejercita. Cuando estos estudiantes se diploman, es evidente que han obtenido su educación a expensas de la vida. Han estudiado día y noche, año tras año, manteniendo continuamente su mente en tensión pero no han ejercitado suficientemente sus músculos… Las jóvenes se entregan frecuentemente al estudio, y descuidan otros ramos de la educación que son aun más esenciales para la vida práctica que el estudio de los libros.Y después de haberse educado, son con frecuencia inválidas para toda la vida. Descuidaron su salud, permaneciendo demasiado encerradas entre cuatro paredes, privadas del aire puro del cielo y de la luz solar que Dios nos da. Estas jóvenes podrían haber salido de la escuela con salud, si hubiesen combinado con sus estudios las labores caseras y el ejercicio al aire libre. La salud es un gran tesoro. Es el bien más precioso que puedan tener los mortales. La riqueza, los honores y el saber se compran a precio muy alto, si es con la pérdida del vigor y de la salud. Ninguna de estas cosas puede asegurar la felicidad, si falta la salud… La maldición de la inacciónEn muchos casos, los padres ricos no sienten la importancia de dar a sus hijos educación en los deberes prácticos de la vida, tanto como en las ciencias. No ven cuán necesario es, para bien de la mente y la moral de sus hijos y para su utilidad futura, darles una comprensión cabal del trabajo útil. Es una deuda que tienen para con ellos, a fin de que, si la desgracia les toca, puedan mantenerse en noble independencia, sabiendo usar sus manos. Si tienen un capital de fuerza, no pueden ser pobres, aun cuando no tengan un peso.Muchos de los que en su juventud se hallan en la opulencia, pueden verse privados de todas sus riquezas, y quedar con padres, hermanos y hermanas que dependan de ellos para su sustento. ¡Cuán importante es entonces, que a todo joven se le enseñe a trabajar, para que esté preparado para cualquier emergencia! Las riquezas son en verdad una maldición cuando sus poseedores permiten que sean un obstáculo para que sus hijos e hijas obtengan el conocimiento del trabajo útil, que los habilitaría para una vida práctica…El primer y constante cuidado de los padres debe ser el procurar que sus hijos tengan una constitución robusta y sean hombres y mujeres sanos. Es imposible alcanzar este objeto sin ejercicio físico. Para su propia salud física y su bien moral, a los niños debe enseñárseles a trabajar, aun cuando no lo necesiten pecuniariamente. Para que tengan un carácter puro y virtuoso, deben recibir la disciplina del trabajo bien regulado, que pondrá en ejercicio todos sus músculos. La satisfacción que los niños tienen en ser útiles, y en sacrificarse para ayudar a otros, será el placer más saludable que puedan disfrutar…Padres, la inacción es la mayor maldición que jamás haya caído sobre la juventud. No debéis permitir a vuestras hijas que se queden en cama hasta tarde por la mañana, durmiendo durante las preciosas horas que Dios les ha prestado para que las usen con el mejor propósito, y de las cuales tendrán que darle cuenta. Ocasiona gran perjuicio a sus hijas la madre que lleva la carga que, para su bien presente y futuro, ellas debieran ayudar a sobrellevar…

Ventajas del trabajo físico. 

El trabajo nos ayuda a ser mejores

 

El ejercicio en las labores domésticas es de la mayor ventaja para las niñas. La labor física no impedirá que cultiven el intelecto; lejos de ello. Las ventajas obtenidas por el trabajo físico, darán equilibrio a una persona, e impedirán que su mente sea recargada. El trabajo recaerá sobre los músculos y aliviará el cerebro cansado… Se requiere un cuerpo sano para un intelecto sano. La sanidad física y el conocimiento práctico de todos los deberes caseros necesarios, no será nunca un impedimento para el intelecto bien desarrollado; ambas cosas son altamente importantes…

En generaciones pasadas, debiera haberse hecho provisión para impartir educación en una fabriles, y profesoras de labores domésticas para dedicar una porción del tiempo de cada día al trabajo, a fin de que las facultades físicas y mentales pudiesen ejercitarse igualmente. Si las escuelas se hubieran establecido de acuerdo con el plan mencionado, no habría ahora tantas mentes desequilibradas…

Un constante recargo del cerebro cuando los músculos permanecen inactivos, debilita los nervios y da a los estudiantes un deseo casi irrefrenable de cambio y diversiones excitantes. Cuando se los deja libres, después de haber estado confinados al estudio durante varias horas al día, están casi desenfrenados. Muchos hay que nunca fueron disciplinados en casa. Se les ha permitido seguir sus inclinaciones, y piensan que la restricción de las horas de estudio es una carga severa que se les impone; y como no tienen nada que hacer después de esas horas, Satanás les sugiere como cambio, deportes y travesuras. Su influencia sobre los otros estudiantes es desmoralizadora…




Posteado por: emprendedoresadventistas | 3 agosto 2010

EDUCACION EMPRENDEDORA


LA DIGNIDAD DEL TRABAJO
A PESAR de todo lo que se ha dicho y escrito acerca de la dignidad del trabajo manual, prevalece el sentir de que es degradante. La opinión popular ha trastornado en muchas mentes el orden de las cosas, y los hombres han llegado a pensar que no es propio que el hombre que trabaje con las manos ocupe un lugar entre caballeros. Los hombres trabajan arduamente para obtener dinero; y habiendo alcanzado riquezas, suponen que éstas harán caballeros a sus hijos. Pero muchos de los tales no preparan a sus hijos para un trabajo duro y útil como ellos fueron preparados. Sus hijos gastan el dinero ganado por el trabajo ajeno, sin comprender su valor. Así emplean mal un talento al que Dios quiso ver realizar mucho bien.A PESAR de todo lo que se ha dicho y escrito acerca de la dignidad del trabajo manual, prevalece el sentir de que es degradante. La opinión popular ha trastornado en muchas mentes el orden de las cosas, y los hombres han llegado a pensar que no es propio que el hombre que trabaje con las manos ocupe un lugar entre caballeros. Los hombres trabajan arduamente para obtener dinero; y habiendo alcanzado riquezas, suponen que éstas harán caballeros a sus hijos. Pero muchos de los tales no preparan a sus hijos para un trabajo duro y útil como ellos fueron preparados. Sus hijos gastan el dinero ganado por el trabajo ajeno, sin comprender su valor. Así emplean mal un talento al que Dios quiso ver realizar mucho bien.

Una de las salvaguardias más seguras contra el mal es la ocupación útil, mientras que la ociosidad es una de las mayores maldiciones; porque el vicio, el crimen y la pobreza siguen en su estela.

Los que están siempre ocupados, que atienden alegremente sus tareas diarias, son los miembros útiles de la sociedad.Por el cumplimiento fiel de los deberes que hallan en su senda, hacen que su vida les beneficie a ellos mismos y a otros. El trabajo diligente los guarda de muchas de las trampas de aquel que «halla siempre alguna mala ocupación para las manos ociosas».

No siempre ganan la carrera los veloces, ni la batalla los fuertes; y los que son diligentes en los negocios no siempre prosperan. Pero «la mano de los diligentes enriquece». Y mientras la indolencia y la somnolencia agravian al Espíritu Santo y destruyen la verdadera piedad, también llevan a la pobreza y a la necesidad. «La mano negligente empobrece» (Prov. 10: 4).

El trabajo juicioso es tónico para la familia humana. Hace fuertes a los débiles, ricos a los pobres, felices a los desgraciados . Satanás está en acecho, listo para destruir a aquellos que en su tiempo libre le dan oportunidad de acercarse a ellos bajo algún disfraz atrayente. Nunca tiene más éxito que cuando se acerca a los hombres en sus horas de ocio.

La lección de laboriosidad y contentamiento

Entre los males resultantes de las riquezas, uno de los mayores es la idea corriente de que el trabajo es degradante. El profeta Ezequiel declara: «He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: Soberbia, saciedad de pan y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso» (Eze. 16: 49). Aquí se nos presentan los terribles resultados de la ociosidad, que debilita la mente, degrada el alma y pervierte el entendimiento haciendo una maldición de lo que fue dado como una bendición. Los hombres y mujeres que trabajan son los que ven cosas grandes y buenas en la vida, y son los que están dispuestos a llevar sus responsabilidades con fe y esperanza…

…El apóstol Pablo consideraba la ociosidad como un pecado. Aprendió el oficio de hacer tiendas en todos sus detalles, importantes o insignificantes, y durante su ministerio trabajaba a menudo en ese oficio para mantenerse a sí mismo y a los demás. Pablo no consideraba como tiempo perdido el que pasaba así. Mientras trabajaba, el apóstol tenía acceso a una clase de personas a quienes no podría haber alcanzado de otra manera. Mostraba a sus asociados que la habilidad en las artes comunes es un don de Dios. Enseñaba que aun en el trabajo de cada día se ha de honrar a Dios. Sus manos encallecidas por el trabajo no restaban fuerza a sus llamamientos patéticos como ministro cristiano.




La educación de las niñas

 

Facultades físicas y mentales pudieden ejercitarse por igual

 

Son muchas las jóvenes casadas, que tienen familias pero poseen poco conocimiento práctico de los deberes que incumben a una esposa y madre.

Pueden leer y tocar un instrumento de música; pero no saben cocinar. No saben hacer buen pan, que es muy esencial para la salud de la familia. No saben cortar ni hacer ropas, porque nunca lo han aprendido.

Consideran estas cosas como no esenciales, y en su vida matrimonial, dependen tanto de otras personas para hacer estas cosas como sus propios hijitos. Es esta ignorancia inexcusable de los deberes más primordiales de la vida lo que hace a tantas familias desgraciadas…

El trabajo no degrada

Es un error popular entre una clase muy numerosa el considerar el trabajo como degradante; por eso los jóvenes anhelan educarse para ser maestros, dependientes, comerciantes, abogados, y ocupar casi cualquier puesto que no requiera trabajo físico.

Las jóvenes consideran el trabajo doméstico como humillante. Y aunque el ejercicio físico requerido para las labores domésticas, si no es demasiado severo, es apropiado para fomentar la salud, procuran para educarse aquello que las hará idóneas para llegar a ser maestras o dependientes, o aprenden algún oficio que las encerrará entre cuatro paredes, o algún empleo sedentario…

Es cierto que tienen alguna excusa las jóvenes por no elegir el trabajo doméstico para emplearse, porque los que emplean jóvenes para la cocina las consideran generalmente como sirvientas.

Frecuentemente no las respetan, sino que las tratan como si fuesen indignas de ser miembros de la familia. No les dan los privilegios que brindan a la costurera, a la dactilógrafa y a la maestra de música.

Pero no puede haber empleo más importante que el trabajo doméstico. El cocinar bien, el poner sobre la mesa alimentos sanos en forma atrayente, requiere inteligencia y experiencia. La persona que prepara el alimento que ha de ingerirse para que se convierta en sangre que nutra el organismo, ocupa un puesto muy importante y elevado. El puesto de copista, costurera o maestra de música, no puede igualarse en importancia al de la cocinera.

LA EDUCACIÓN PRACTICA

Los alumnos que han obtenido conocimiento de los libros sin adquirir un conocimiento del trabajo práctico no pueden aseverar que tienen una educación simétrica.

Las energías que debieran haberse consagrado a los quehaceres de diversos ramos, han sido descuidadas.

La educación no consiste en usar solamente el cerebro. El trabajo físico es parte también de la educación esencial para todo joven. Falta de una fase importante de la educación si no se enseña al alumno a dedicarse a un trabajo útil.
El ejercicio saludable de todo el ser dará una educación amplia y abarcante. Todo estudiante debe dedicar una parte de cada día al trabajo activo.

Así adquirirá hábitos de laboriosidad y se fomentará en él un espíritu de confianza propia, y al mismo tiempo estará a salvo de muchas prácticas malas y degradantes que son a menudo resultado de la ociosidad.

Y todo esto está de acuerdo con el objeto primordial de la educación, porque al estimular la actividad, la diligencia y la pureza, nos ponemos en armonía con el Creador.

Los alumnos deben salir de nuestras escuelas dotados, de eficiencia cabal, a fin de que cuando dependan de sus propios recursos, tengan conocimientos que puedan usar, útiles para tener éxito en la vida.

La disciplina que para la vida práctica se obtiene del trabajo físico combinado con el esfuerzo mental, queda endulzada, al reflexionar en que ella hace a la mente y al cuerpo más idóneos para cumplir la obra que Dios requiere que los hombres hagan.

Cuanto más perfectamente sepan los jóvenes cumplir deberes de la vida práctica, tanto mayor será el gozo tendrán día tras día por ser útiles a otros. La mente educada para disfrutar del trabajo provechoso se amplía; la preparación y la disciplina se hace idónea para ser útil; porque adquiere el conocimiento esencial que permite a su poseedor beneficiar a otros.

(Párrafos diversos)
CONSEJOS PARA LOS MAESTROS
PADRES Y ALUMNOS
acerca de la
EDUCACIÓN CRISTIANA

Elena G. de White

Posteado por: emprendedoresadventistas | 5 agosto 2009

CONEXION EMPRENDEDORA CUSCO

Los alumnos deben salir de nuestras escuelas dotados, de eficiencia cabal, a fin de que cuando dependan de sus propios recursos, tengan conocimientos que puedan usar, útiles para tener éxito en la vida

oferta de viajes

oficinas

cocinas italianas

planetaperu.pe estamos en
PlanetaPeru.pe

Colegio Adventista "José Pardo" - Cusco

Colegio Adventista "José Pardo" - Cusco

Video editado por la UPS

Categorías